1. Protege frente a
la aparición de 17 tipos de cáncer. ¿Sabías que hay cánceres que
aparecen con más frecuencia en los países con menos horas de sol? Los
países mediterráneos tienen una incidencia menor de cáncer de mama,
cáncer de colon, etc. frente a los países nórdicos. La explicación a esta
protección natural vuelve a estar en el efecto protector de la vitamina
D frente a los tumores. Recientes estudios han encontrado que la luz
solar ayuda a proteger no sólo del cáncer de mama y colon, también frente
a otros tumores como el de ovario, vejiga, útero, estómago, linfomas
y próstata.
2. Mejora el aspecto de la piel. Si tu problema es el acné, el sol
con moderación puede ayudarte, basta media hora de sol al día para mejorar
el aspecto de tu piel. La clave está en que lo tomes a primera hora
de la mañana o a última de la tarde, cuando no tienes peligro de
quemadura y que no sobrepases los 30 minutos. No te asustes si la
primera semana sufres un empeoramiento, eso significa que el sol está
provocando una reacción de limpieza, piensa que la piel no tiene otro
recurso para eliminar la grasa e impurezas que expulsar lo que sobra
para poder arreglar el problema. Después de una semana la piel
irá recuperando su equilibrio y se irá sanando progresivamente, si no
es así, puede que hayas desarrollado "acné estival", un
tipo de acné que está provocado por los ingredientes hidratantes
de las cremas fotoprotectoras. Otra enfermedad de la piel a la que le va
muy bien el sol es la psoriasis, ahora se utilizan lámparas
con frecuencias de rayos UV determinadas para ayudar a reducir las áreas
enfermas y remitir la enfermedad.
3.
Estimula la inmunidad. ¿Has notado que en los
inviernos posteriores a unas vacaciones al sol tienes menos gripes y
catarros? Se ha visto que el sol es capaz de aumentar el número de
glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas de la primera
defensa frente a la infección.
4. Equilibra el colesterol. ¿Se disuelven las grasas al sol?
Pues aunque suene extraño así ocurre, las personas que viven en
climas soleados presentan menos incidencia de enfermedades
cardiovasculares. Se ha comprobado que los niveles de colesterol son
menores en verano, en parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el
colesterol, y cuando tomamos el sol disminuye el nivel de colesterol y
evita que pegue a las arterias. Otra explicación también está en que en
verano nos movemos más y comemos más frutas y verduras de temporada.
5. Disminuye la presión sanguínea. ¿Sabías
que algunos deportistas evitan tomar el sol antes de una
competición? El sol provoca una vasodilatación de los vasos
sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel,
disminuyendo los valores de presión arterial. También aumenta el
metabolismo y la depuración de los tejidos. Estos efectos beneficiosos
pueden volverse en contra de una persona deportista, pues la bajada de tensión
puede provocar una disminución del estado de alerta antes de una
prueba, pero después de la competición o en las personas con hipertensión
el sol tiene un efecto medicinal. La explicación parece que está en la
vitamina D de nuevo, porque en presencia de esta vitamina disminuyen
los niveles de hormona paratiroidea, encargada de liberar el calcio
de los huesos y de regular la presión sanguínea. Cuando aumentan los
niveles de vitamina D por efecto del sol, disminuye la
hormona paratiroidea y la presión sanguínea en consecuencia.
6. Fortalece los huesos y dientes. ¿Sabías que cada vez que te
bronceas tus huesos se van fortaleciendo? A pesar de que el sol nunca
llegará hasta tus huesos, los rayos UV ayudan a producir vitamina
D en la piel. Recuerda que esta vitamina es muy importante para la
mineralización de los huesos, al favorecer la absorción en
el intestino del calcio y el fósforo y evitar su pérdida en el riñón.
Aunque la mayoría de las vitaminas y minerales hay que tomarlas en
los alimentos, en el caso de la vitamina D el metabolismo cuenta con un
"as en la manga", pues es capaz de fabricarla en la piel cuando
dispone de un precursor conocido como 7-dehidrocolesterol
(que proviene del "temido" colesterol) gracias a la
radiación UV del sol. Bastan 5 ó10 minutos de sol, dos o tres veces por semana
para recargar los depósitos de vitamina D. En nuestra área geográfica
es muy fácil de conseguir, pues contamos con sol todo el año, pero en los
países con menos horas de sol, hay más incidencia de raquitismo en los niños y
osteoporosis y osteomalacia en los adultos.
7. Ahuyenta la depresión. ¿A qué te sientes mejor después de
un baño de sol? Parece que bajo la luz del sol es más fácil ver el
lado positivo de la vida y se aleja el cansancio, la depresión y el
estrés. La explicación está en que los rayos UV aumentan la producción de
un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar: la
serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la
temperatura del cuerpo y la conducta sexual. No hacen falta
muchos experimentos científicos para saber que el tiempo afecta a las
emociones, utilizamos la palabra "gris" para designar un estado
de ánimo que coincide con los días nublados. Hace unos años se
describió una alteración psicológica conocida como alteración afectiva
estacional o SAD (Seasonal Affective Disorder) que afecta al 20% de la
población y que se caracteriza por la aparición de síntomas depresivos
en invierno, que desaparecen al llegar el buen tiempo.
8. Mejora la calidad de sueño. ¿A qué duermes mejor y menos horas
después de tomar el sol? En verano los días se alargan y nos resulta
más fácil levantarnos descansados a pesar de haber dormido pocas horas. La
explicación de nuevo se debe al efecto de los rayos UV en otra hormona: la
melatonina que se encarga de muchas funciones, entre ellas regular los
ciclos de sueño. Los niveles de melatonina en sangre son más altos durante
la noche, cuando no hay luz. Cuando hay luz, la melatonina desciende
y nos sentimos más despiertos y activos. Por lo que si quieres aprovechar
al máximo las horas del día, nada mejor que aprovechar los
efectos despertadores de la luz del sol, como si fuera el café de la
mañana.
9. Favorece la vida sexual. ¿A qué tu vida sexual es más
intensa en verano? Sin caer en los tópicos veraniegos, la realidad
es que hay más sexo en verano que en invierno. La explicación está en
otra hormona: la testosterona, se ha comprobado que el sol tomado con
moderación aumenta los niveles de testosterona en la sangre, y esta
hormona es una de las responsables del apetito sexual. En los animales, la
aparición de la época de apareamiento está regulada por las horas de sol,
y aunque nosotros no pasemos por épocas de "celo" se ha
visto que el esperma masculino es más rico en espermatozoides en la época
veraniega, alguna relación tendrá...
10. Protege frente a la esclerosis múltiple. ¿Qué tiene que ver una enfermedad
degenerativa del sistema nervioso central con el sol? Los científicos aún
no lo han descubierto, parece que la relación está en el aumento de los niveles
de vitamina D, pero los hechos hablan por sí solos: la incidencia
de esclerosis múltiple (EM) es mayor en los países con menos horas de
sol. Parece que la exposición solar en la infancia reduce dramáticamente
el riesgo de desarrollar esta enfermedad en el futuro.
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